Hay empresas de comunicación y marketing especializadas en todo tipo de cosas: organización de eventos exóticos para ejecutivos estresados, desarrollo de campañas digitales para ser el rey de los “likes” o de los “retweets”, marketing deportivo para exhibir al Ronaldo de turno, etc.
Nosotros, en su día, decidimos apostar por algo con, posiblemente, menos glamour pero que nos pareció mucho más importante: la prevención de riesgos laborales. Creímos, y hoy estamos completamente convencidos de ello, que era imprescindible poner al alcance de la sociedad una cultura de la prevención de la que sintieran que formaban parte.
Se nos presentaba por delante una ardua labor. Pero eso, lejos de desanimarnos, nos estimuló. Lo primero era darle un giro de 360º a la comunicación existente hasta el momento en materia de prevención. Y así lo hicimos, pasando de mensajes con un carácter negativo a hablar de la seguridad en términos netamente positivos, comunicando iniciativas para disminuir la siniestralidad que fueran noticiables para los medios de comunicación y focalizadas a los destinatarios adecuados: los estudiantes (y sus familias) y las empresas.
Así, nos pusimos manos a la obra, uniendo Consejerías de Trabajo, Educación y Cultura, confederaciones empresariales, mutuas, empresas y otros agentes destacados, para conseguir que vieran la luz iniciativas tan bonitas e interesantes como:
Ponte un 10 en prevención (acción de concienciación social dirigida a estudiantes de ciclos formativos.
El desafío de Worky (videojuego de aventuras).
El plan Worky (cómic de promoción y concienciación para los escolares de ESO).
Trabaja sin peligro (campaña de concienciación en prevención para Centros Educativos de Secundaria y Ciclos Formativos de FP).
Prevenacciónate o Prevencity. Un día sin riesgos (evento para fomentar la cultura de la prevención de los niños y sus familiares).
Y hoy, después de haber llevado a cabo muchas otras iniciativas en pro del fomento de la cultura de la prevención, y después de recibir algunos premios y reconocimientos por nuestra labor, seguimos al pie del cañón, trabajando cada día, porque pensamos que comunicar es prevenir. Y que prevenir es vivir. Y que si nuestro trabajo sirve para ayudar a reducir la siniestralidad laboral, aunque sea un poco, daremos por muy bien empleados todos nuestros esfuerzos de estos años.
María Moreno